Durante décadas, la televisión mexicana fue cuna de anuncios comerciales que no solo vendían productos, sino que también arrancaban carcajadas al público.
Sin embargo, los tiempos cambian, y lo que antes parecía inofensivo o gracioso hoy se analiza bajo una lupa más crítica. Aquí recordamos cinco anuncios publicitarios que hicieron reír a millones, pero que hoy difícilmente pasarían los filtros de regulación y sensibilidad social.
1. Pepsi y el niño “gordito” que no la pudo alcanzar (años 90)
“Para los que sí pueden llegar”
Un anuncio mostraba a varios niños corriendo tras un camión de Pepsi. Uno de ellos, con sobrepeso, quedaba atrás, mientras una voz en off decía: “Solo los que llegan, disfrutan Pepsi”. En su momento, fue tomado como humor ligero, pero hoy sería duramente criticado por promover estereotipos corporales y hacer “fat shaming” infantil.
2. “Anita la huerfanita” y la sopa Maruchan (principios de los 2000)
Humor negro con sabor a fideos
Un spot presentaba a una niña con aspecto desaliñado, llamada “Anita”, que pedía sopa en distintos hogares. Al final, alguien le ofrecía una Maruchan, y ella decía: “¡Ahora sí tengo familia!” El comercial fue viral por su tono sarcástico, pero hoy sería considerado insensible por trivializar el abandono infantil y romantizar la pobreza.
3. El hombre Neandertal de Axe (2008)
“Evoluciona con Axe”… ¿o retrocede?
El comercial mostraba a un hombre tipo cavernícola que, al usar Axe, se transformaba en un galán moderno, mientras las mujeres lo perseguían. El mensaje era claro: sin desodorante, eres un primitivo sin atractivo. Actualmente, este tipo de publicidad sería cuestionada por perpetuar estereotipos sexistas y cosificar a la mujer.
4. “Pégale con Cero” – Cerveza Cero (2005)
Violencia con doble sentido
En este spot, hombres en situaciones incómodas (por ejemplo, en una boda con su ex) eran golpeados por amigos que decían: “¡Pégale con Cero!”, ofreciendo una cerveza sin alcohol. Aunque se trataba de humor físico, muchos hoy lo considerarían una forma de normalizar la violencia entre hombres bajo el disfraz de “camaradería”.
5. Pastillas Valda y la “secretaria sexy” (finales de los 90)
Tos, escotes y dobles sentidos
Un jefe tosiendo llama a su secretaria, quien aparece con un pronunciado escote. Él deja de toser al verla, pero luego ella le da una pastilla Valda “para que no se distraiga con otras cosas”. Este anuncio fue celebrado por su picardía, pero hoy se leería como sexismo en el entorno laboral y acoso encubierto.
¿Dónde está la línea entre el humor y la ofensa?
Estos comerciales son reflejo de una época donde el humor en la publicidad apelaba a estereotipos y exageraciones que hoy resultan poco apropiadas. Aunque su intención era vender y hacer reír, hoy nos recuerdan cómo han evolucionado nuestras sensibilidades y el papel de los medios en moldear percepciones sociales.
En tiempos de mayor conciencia social y cultural, la publicidad enfrenta el reto de seguir siendo creativa y divertida, sin caer en discursos que perpetúen discriminación o violencia simbólica.







