Dentro de nuestra vida, alejados de los desastres y los infortunios, olvidamos la terrible realidad que vive el 30% de los mexicanos, la pobreza extrema, aquella en donde a veces no comes en todo el día, donde la muerte por cualquier enfermedad esta a la orden del día y en donde matar niñas sucede a menudo.
Así lo revelan estudios de la UNAM y con base en criterios de INEGI podemos asegurar que las zonas marginadas del país sufren la mayor cantidad de feminicidios infantiles, desde que se acuñó el término en 2012 para explicar la muerte que tienen nuestras mujeres solamente por ser mujer, los crímenes sexuales se siguen extendiendo.
Menores y adolescentes al cuidado de tíos, padrinos, vecinos, amigos, e incluso sus propios padres, sufren todos los días abusos sexuales, golpes, violencia psicológica, heridas leves, profundas, disparos con arma de fuego que terminan con sus vidas.
Así nos comparten la infografía sobre el tema, resaltando que son los más pobres los que sufren de esta desgracia, sin embargo, ningún estrato social queda exento de feminicidios infantiles.
En 2017 El Heraldo publicó que México ocupa el primer lugar en abuso sexual, violencia física y homicidios de niñas, niños y adolescentes menores de 14 años esto en los países miembros de la OCDE.
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