La pasteurización fue inventada por un científico francés llamado Louis Pasteur durante el siglo XIX. Pasteur descubrió que calentar la leche a una temperatura alta y luego enfriarla rápidamente antes de embotellarla o envasarla podía mantenerla fresca por más tiempo.
Hoy en día, el proceso de pasteurización se usa ampliamente en la industria de alimentos y bebidas, y es la forma más común de tratamiento térmico que se usa en la leche en Irlanda del Norte. La pasteurización asegura que la leche sea segura para beber (al matar cualquier bacteria) y también ayuda a prolongar su vida útil.
El proceso de pasteurización consiste en calentar la leche a 71,7°C durante al menos 15 segundos (y no más de 25 segundos). Debido a la naturaleza del tratamiento térmico, a veces se lo denomina proceso de “alta temperatura y corto tiempo” (HTST). Una vez calentada la leche, se enfría muy rápidamente a menos de 3°C. El equipo que se utiliza para calentar y enfriar la leche se denomina “intercambiador de calor”.
¿Qué es la homogeneización?
La homogeneización es un proceso único dentro del proceso de pasteurización. Es un proceso mecánico en el que la leche pasa a través de estrechos orificios de alimentación bajo altas presiones y velocidades. Estos orificios están diseñados para reducir en gran medida el tamaño de las moléculas de grasa en la leche. El tamaño original de las moléculas de grasa en la leche se elevará hasta la parte superior y formará una capa espesa de crema.
Además, durante la pasteurización, algunos de los glóbulos blancos de la leche se acumulan en el fondo del recipiente después del calentamiento. La homogeneización ayuda a prevenir esto y redistribuye todos los glóbulos blancos y las moléculas de grasa en la leche de manera uniforme.
Beneficios de la homogeneización:
Mantiene la leche fresca y uniforme durante más tiempo y la deja lista para almacenar
Es más fácil de digerir
Mejora el sabor y el color de la leche.
Hace factible su uso en la cocción y preparación de alimentos.
