Una de nuestras máximas leyes que nos rigen como país es la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
Desgraciadamente año tras año ha sido violada y no respetada por quienes tienen la obligación de defenderla.
Nuestra Carta Magna, en su artículo 54, párrafo V, menciona: “En ningún caso, un partido político podrá contar con un número de diputados por ambos principios que representen un porcentaje del total de la Cámara que exceda en ocho puntos a su porcentaje de votación nacional”.
Es decir que Morena debería de contar con solo el 45.2% de representación como máximo ya que solo ha logrado el 37.2% de la votación a dicha Cámara, sin embargo, su bancada actual suma un total del 51.8% obteniendo así una mayoría absoluta lo que conlleva que todas las iniciativas que se discuten en el pleno, salgan siempre a favor de ellos.
El presidente Andrés Manuel López Obrador siempre ha defendido que su lucha es contra la corrupción y presume de que ellos “no son iguales”.
Tal parece que dicho discurso es una farsa más para engañar al pueblo, ya que él conoce perfectamente esta situación en la Cámara de Diputados que obviamente le favorece y para lo cual se hace “ojo de hormiga”.
Si en verdad quiere demostrar honestidad, debería de empezar por aceptar y corregir esta grava violación a nuestra constitución.
El silencio es cómplice.