Desde septiembre de 2021, la cantante Gloria Trevi y su cónyuge Ismael Gómez estaban siendo objeto de una denuncia presentada ante la Unidad de Inteligencia Financiera.
La Fiscalía General del Estado (FGR) ha hecho público que ha citado a declarar a la cantante Gloria Trevi y su esposo, Armando Ismael Gómez Martínez, quienes enfrentan acusaciones de fraude fiscal y lavado de dinero.
Esta información fue reportada por el diario Reforma. La Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) presentó una denuncia en su contra en septiembre de 2021. Actualmente, se espera que Trevi y Gómez comparezcan ante la justicia el 23 de octubre, y tienen la opción de hacerlo a través de videoconferencia, dado que residen juntos en Estados Unidos.
La UIF se ha centrado en una de las empresas que la pareja dirige, llamada Fuego con Fuego Representaciones S.A. Se alega que en esta empresa se realizó un depósito de 7 millones de pesos sin declarar el Impuesto Sobre la Renta, según fuentes cercanas al caso mencionadas por Reforma.
¿Lavando lana?
Hacienda ha estado investigando durante varios años una red de empresas relacionadas con la pareja. En 2021, se les acusó de evadir aproximadamente 400 millones de pesos y de estar involucrados en un esquema de lavado de dinero que también implicaría a otras tres personas.
Ante las acusaciones en 2021, el abogado de la pareja argumentó que ambos estaban cumpliendo con sus obligaciones fiscales en Estados Unidos. En ese momento, la cantante también publicó un video en TikTok en el que negaba todas las acusaciones dirigidas hacia ella y su esposo. Ahora, la Fiscalía General de la República (FGR) los ha convocado a declarar para que puedan presentar su defensa ante las acusaciones presentadas ante la Fiscalía.
Gloria Trevi, con 55 años de edad, tiene un pasado marcado por problemas legales. En el año 2000, ella y su entonces pareja, el productor Sergio Andrade, fueron arrestados en Río de Janeiro, Brasil, debido a una orden de detención emitida por la justicia mexicana que los acusaba de rapto, violación y corrupción de menores. Permanecieron detenidos en una prisión brasileña durante tres años hasta que aceptaron ser extraditados a México. Trevi fue absuelta en 2004, y Andrade en 2007.