El mundo reportó 3.8 millones de casos de COVID-19 en la última semana, la cifra más baja desde que a mediados de noviembre se detectaran los primeros casos de variante ómicron, actualmente la dominante en el planeta.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) informó que la cifra supone una reducción del 17 por ciento con respecto a los contagios registrados en la anterior semana del 18 al 24 de abril.
Sin embargo, indicó que debido a la reducción de pruebas en muchos países, esta caída debe ser interpretada con cautela para evitar brotes del virus.
Se trata, en todo caso, de la sexta semana consecutiva de descensos globales, lejos ya de los récords de finales de enero, cuando se superaron los 23 millones de contagios en el mundo por semana.
