Los parientes de los trabajadores cerraron las vías como forma de manifestación fura del Restaurante, La Polar.
En la tarde del 8 de junio, el Instituto de Verificación Administrativa (INVEA) levantó los sellos de clausura que habían sido colocados en el restaurante La Polar, el cual permanecía cerrado desde el trágico suceso ocurrido el pasado 8 de enero. Cabe recordar que en ese momento, un empleado de seguridad del establecimiento atacó a un cliente, resultando en su fallecimiento.
No obstante, la reapertura del restaurante fue breve, ya que las autoridades volvieron a colocar los sellos de suspensión de actividades apenas tres horas después. El motivo de esta nueva clausura fue la falta de presentación de la documentación requerida por parte de los responsables, un requisito imprescindible para que el restaurante pudiera reanudar sus operaciones.
Ante esta situación, los familiares de los empleados de La Polar expresaron su descontento y optaron por tomar medidas de protesta. Llevaron a cabo un bloqueo, congregándose en la intersección del Circuito Interior y Guillermo Prieto, obstruyendo el tránsito de vehículos y generando una gran congestión en la zona.
Los participantes de la manifestación demandaron una pronta resolución del problema y respuestas claras por parte de las autoridades competentes. Argumentaron que el cierre del restaurante estaba teniendo un impacto severo en los empleados y sus familias, quienes no habían percibido ingresos desde el trágico incidente.
La policía se desplegó en el lugar para mantener el orden y buscar una solución pacífica. Las autoridades están en constante comunicación con los representantes de los manifestantes y se espera que se logre un acuerdo que permita la reanudación de las operaciones en el restaurante La Polar, una vez que se cumplan todos los requisitos legales y de seguridad.
Esperan pacientes
Mientras tanto, aquellos clientes que acudieron al lugar en busca de una comida o un momento de distracción se encontraron una vez más con las puertas cerradas. Existe una sensación de incertidumbre entre los vecinos y visitantes habituales del restaurante, quienes aguardan ansiosos la pronta resolución de esta situación y el retorno a la normalidad en el establecimiento.
El INVEA continúa llevando a cabo las investigaciones pertinentes en relación con el trágico incidente que tuvo lugar en enero pasado. Se espera que las autoridades tomen las medidas necesarias para garantizar la seguridad tanto de los clientes como de los empleados del restaurante, una vez que se permita su reapertura.