Por David Uriarte
Alternativo.mx / Puedo estar equivocado, pero creo que las mujeres más bonitas del mundo son de Sinaloa; hablando de hortalizas, los mejores chiles, tomates y berenjenas también, y las mentes brillantes no son la excepción, así lo confirma el ilustre sinaloense Jesús Kumate Rodríguez.
En 1989, el Dr. Humberto Gómez Campaña era el Coordinador General de Salud en el gobierno de Francisco Labastida Ochoa. Humberto fortaleció y aceleró la gestión para inaugurar el Hospital General de Culiacán “Dr. Bernardo J. Gastélum”, el 19 de mayo de 1990. La inauguración estuvo a cargo del entonces presidente de la República Carlos Salinas de Gortari, el secretario de Salud Jesús Kumate, el gobernador de Sinaloa Francisco Labastida, el Coordinador General de Salud Humberto Gómez Campaña y el maestro de ceremonias fue David Uriarte Gastélum. Tuve el privilegio de participar en ese pedazo de historia sinaloense.
En ese tiempo conocí de cerca al maestro Jesús Kumate, su elegante y sobria oficina en el entonces Distrito Federal, el trato de su secretario particular, un General cuya firmeza se desvanecía en la atención preferente para los sinaloenses.
Recuerdo el regaño elegante a puertas cerradas del maestro Kumate a todos los Secretarios Estatales de Salud después de presentar el Programa Nacional de Vacunación, algunos epidemiólogos, investidos con el cargo de Secretarios Estatales de Salud, intentaron interpelar al Secretario titular del ramo, y el Dr. Kumate remató diciendo “Es una instrucción del Sr. Presidente”, y se acabó la reunión (el mitote técnico se los debo).
Las delicias del poder, como dice una jefa de prensa, abren la puerta de ayuda a muchos que solo necesitan una oportunidad para lograr sus objetivos sociales, así fue el caso del psiquiatra Jesús Lomelí y su Centro de Rehabilitación contra las adicciones “Diez Mil Amigos”, solo quería que Kumate lo escuchara, y así fue.
Los homenajes y reconocimientos póstumos al Dr. Jesús Kumate solo abonan a los intereses de la deuda que tiene la sociedad y el gobierno mexicano a un extraordinario sinaloense de quien tuve el privilegio de conocerle al transitar por el servicio público.
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