El estado mexicano de Querétaro se ha convertido en el punto de acceso para los centros de datos en América Latina. La región ha atraído el interés de inversionistas extranjeros y nacionales y está en camino de convertirse en el centro de la Industria 4.0 en la región.
Por segundo año consecutivo, Querétaro fue el único país latinoamericano mencionado en el informe de comparación del mercado global de centros de datos del grupo consultor de centros de datos Cushman & Wakefields.
El informe presenta anualmente los centros de información y procesamiento de datos más importantes del mundo y analiza su potencial. Ya conocido por su gran éxito en las industrias automotriz y aeroespacial, Querétaro ahora se está expandiendo a otros sectores de la economía.
Sobre todo, los inversionistas en la industria de TI aprecian la ubicación favorable del estado en el centro económico del Bajío y su proximidad a la capital de México. Un plus para la región es también su seguridad frente a desastres naturales, como terremotos, huracanes o tornados, que son una amenaza constante en otras regiones del país.
El estado también cuenta con un suministro seguro de electricidad y agua, así como con una moderna infraestructura de fibra óptica.
Además, Querétaro ha estado educando a más estudiantes en ciencias, informática y matemáticas que cualquier otra región de México. En total, Querétaro alberga a más de 150 empresas de tecnologías de la información, incluidas Microsoft, Santander y Banamex, entre otras.
La demanda constante de nuevas soluciones digitales y servicios en la nube está impulsando el crecimiento de la región. La constante expansión del sector también se debe en gran medida a las políticas de apoyo.
Ya están en marcha varios proyectos de mejora adicional de la infraestructura digital y aplicación de la revolución digital. Sin embargo, también hay algunas dificultades.
Una concentración tan grande de centros de datos puede desencadenar problemas en el suministro de energía a largo plazo. Asimismo, podría dar lugar a una competencia creciente en el proceso de concesión de licencias de nuevos proyectos y, por tanto, a retrasos en las obras.
