En septiembre, un bebé de 8 meses llegó al consultorio de la Dra. Juanita Mora en Chicago con una infección que el médico no esperaba ver hasta dentro de dos meses: RSV.
Al igual que sus pares en todo el país, la alergóloga e inmunóloga ha estado tratando a los pequeños con este virus parecido al resfriado mucho antes de que comience la temporada. “Estamos viendo que las infecciones por RSV van desenfrenadas en todo el país”, dijo Mora.
Casi todos los niños contraen el RSV en algún momento antes de cumplir los 2 años, dice el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU. La mayoría de los adultos que la contraen tienen una enfermedad leve; para las personas mayores o que tienen enfermedades cardíacas o pulmonares crónicas o un sistema inmunitario debilitado, puede ser peligroso.
Pero RSV puede ser especialmente complicado para bebés y niños. Mora, un portavoz médico voluntario de la American Lung Association, dice que es importante que los padres, cuidadores y trabajadores de guarderías sepan a qué deben estar atentos con RSV, que significa virus respiratorio sincitial.
De esa manera, saben si un niño enfermo puede ser tratado en casa o si necesita ir a un hospital. “El departamento de emergencias se está inundando por completo con todos estos niños enfermos, por lo que queremos que los padres sepan que pueden ir a su pediatra y hacerse la prueba del VRS, la influenza e incluso el covid-19”.
Las pruebas son importantes porque el tratamiento para cosas como la gripe y el covid-19 pueden diferir. No existe un tratamiento antiviral o específico para el RSV como lo hay para la gripe, ni existe una vacuna. Pero si su hijo está enfermo, hay cosas que puede hacer para ayudarlo.
La fiebre y el dolor se pueden controlar con analgésicos que no contengan aspirina, como paracetamol o ibuprofeno. También asegúrese de que su hijo beba suficientes líquidos. “RSV puede hacer que los niños se deshidraten mucho, especialmente cuando no están comiendo o bebiendo, especialmente cuando estamos hablando de bebés”, dijo Mora.
“Una vez que dejan de comer o su producción de orina ha disminuido, no tienen tantos pañales mojados, esta es una señal de que es posible que tengan que ir al pediatra o al departamento de emergencias”. Hable con su pediatra antes de darle a su hijo cualquier medicamento de venta libre para el resfriado, que a veces puede contener ingredientes que no son buenos para los niños.
