Infidelidad es un término que genera mucha polémica. A lo largo de la historia ha sido tratada desde el ámbito legal, habiendo sido considerada un delito y causal de divorcio. Así mismo ha sido analizada desde puntos de vista social, emocional y psicológico. Se ha derramado mucha tinta escribiendo sobre ella, se han cometido crímenes en su nombre, se han destruido hogares y se han terminado relaciones importantes a causa de ella. Es vista como la máxima traición, ya que cuando nos toca, la visión que de ella tenemos es limitada a solo la capa superior o la punta del iceberg.
Pero ¿qué es lo que realmente hay detrás de una infidelidad? la respuesta no es única. Hay un sinfín de razones por las que una persona es infiel. Analizaremos una de ellas que incluye diversos aspectos a considerar dentro de una infidelidad.
En una pareja existen dos circuitos de imantación, dos imanes que atraen con gran magnetismo, uno interno y otro externo, es decir, uno que jala hacia dentro de la relación y otro hacia afuera.
El circuito de imantación interno, es todo aquello que es atractivo dentro de la relación y que hace que una persona permanezca en ella, que se sienta interesada en el vínculo, motivada para seguir adelante, plena y realizada. Este circuito se da por la combinación de varios factores: en principio la afinidad que existe en los cinco potenciales:
¿Cuánta armonía existe en términos del potencial instintivo? ¿comparten el mismo interés por el cuidado de su salud, dieta, horarios de sueño, ámbitos de higiene personal y hábitos? O por el contrario, son agua y aceite con costumbres de salud totalmente distintas.
¿Cuánta afinidad existe en el potencial motriz? ¿experimentan el mismo interés por los deportes, por las actividades físicas? ¿pueden compartir actividades recreativas que impliquen acción? por ejemplo, una carrera, un deporte extremo, una competencia de natación o una caminata. U opuestamente, uno sale, corre, brinca, nada, mientras el otro permanece pasivo por horas viendo el televisor.
En términos emocionales, ¿son capaces de expresar sus emociones de forma asertiva? ¿su comunicación emocional es fluida? ¿están al pendiente de su desarrollo emocional y de su crecimiento espiritual? o existe una brecha importante donde uno comunica y otro calla, uno se trabaja a sí mismo y modifica sus conductas, mientras, el otro involuciona. En su jerarquía de valores, ¿ambos ocupan el mismo lugar en vida del otro? o al contrario, uno ocupa un lugar más importante en la vida del otro, mientras éste, es el último en las prioridades del primero. ¿Comparten su mundo interno? ¿abren su corazón y se muestran ante el otro tal cual son? Debemos saber que mientras más intimidad se comparte en pareja, más se fortalece la misma, creciendo así, el vínculo de cohesión que los une.
A nivel intelectual, ¿ambos se interesan por nutrir sus mentes adquiriendo nuevo conocimiento? ¿comparten el gusto por la lectura, tienen interés por ciertos temas en común? ¿ambos sistemas de pensamientos son equivalentes o de plano hablan en idiomas diferentes? ¿de qué forma resuelven los problemas?
Y finalmente, ¿aún existe atracción física entre ambos? ¿son compatibles sexualmente? ¿han procurado mantener la imantación física, cuidándose y manteniendo la creatividad para no caer en la monotonía y el aburrimiento? ¿cuidan brindar lo mejor de sí mismos a su pareja? ¿sus ritmos, intensidad y excitabilidad van acompasados?
Si tus respuestas han sido predominantemente negativas, entonces no existe demasiada afinidad entre tú y tu pareja.
El segundo elemento importante del circuito de imantación interna está constituido por todo aquello que cada uno brinda y aporta al otro. Hablo del nivel de compromiso, es decir la capacidad de entrega y la capacidad de amar al otro, dando lo mejor de sí mismos, vinculándose siempre desde el amor y no desde el miedo que detiene y frena. Con esto me refiero a una serie de acciones:
Cuánto demostramos nuestro afecto, expresándolo verbalmente, apapachando, haciendo mimos, caricias, palabras dulces, miradas de aprobación y cercanía física.
Apoyar a nuestra pareja se vuelve fundamental, puede ser económicamente si así lo requiere, o bien, ayudando y colaborando con sus necesidades de otra índole, haciendo cosas por él / ella.
La comprensión cobra un rol fundamental dentro de la pareja, implica el entendimiento profundo de la circunstancia del otro, incluyendo aquellos momentos en que se ha equivocado.
¿Qué tan placentera resulta la compañía mutua? pasar tiempo juntos divertidos, con momentos agradables, buscando actividades que sean placenteras para ambos o por el contrario, son un bote de basura donde cada uno deposita en el otro sus quejas, sus frustraciones, sus problemas, etc
La vida, conducta y valores de cada uno, han de constituir una fuente de inspiración para el otro, ¿cuánta admiración existe entre ambos?, esta admiración es importante ya que se convierte en el motor de crecimiento y transformación del otro, al no querer quedarse atrás y buscar su propio desarrollo personal, para estar al nivel de su pareja.
¿Cuánto se reconocen mutuamente sus logros, sus avances personales o profesionales? ¿Son capaces de expresar la admiración por lo que es el otro?
Como vemos, este circuito de imantación interno es un área de atención, de trabajo y de decisión personal muy importante, que si se descuida, dará pie a que el circuito de imantación externo se vuelva mucho más atractivo que el interno. Este circuito de imantación externo se conforma por todo aquello que constituye un imán atractivo fuera de la pareja. Si afuera se encuentran todos los elementos descuidados dentro de la pareja, entonces uno o ambos se moverán hacia fuera, buscando lo que no se encuentra dentro.
Por ello una infidelidad, en la mayoría de los casos es una responsabilidad mutua. Si vives o has vivido una infidelidad, te invito a una consulta para revisar a profundidad lo ocurrido dentro de tu pareja y asumir la parte de responsabilidad que te corresponde.
Lic. Michelle Martos Ramírez
Consultora en Semiología dela Vida Cotidiana
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