Muchos pensarán o podrán creer que gracias a las medidas del gobierno federal, el precio de la gasolina por lo menos en la CDMX, ha bajado su costo.
Sin embargo, ésto no es así y obedece a otros factores.
De acuerdo con la Profeco, debido a la caída en los precios internacionales del petroleo, todas las gasolinerías deberían de bajar el precio del combustible.
En una estación de la CDMX, el litro de gasolina se vende en $ 16.90, situación que ha generado caos vehícular en la zona, debido a las altas filas para cargar combustible.
Sin embrago hay otras estaciones que lo venden inclusive hasta en $ 23.19 el litro.
Sin embargo, la realidad de nuestra economía es otra. La depreciación del peso frente al dólar que cada día está más alto, sumado a la falta de competencia en la mayoría de los municipios del país, y el papel dominante de Pemex en el mercado del combustible mexicano, impedirán que los precios de las gasolinas bajen en el país.
Otro dato a destacar es que el 68% de las estaciones de servicio en el país, trabajan bajo la marca Pemex, sin embargo, la paraestatal aún suministra el 91.6% de sus productos, según cifras de la petrolera estatal en su reporte financiero al cierre de 2019.
En México la baja en los precios de los combustibles no será tan fuerte, a pesar de que Pemex ha publicado una importante caída en los precios que ofrece en sus terminales de almacenamiento y reparto (TAR).
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