El mítico defensa alemán Franz Beckenbauer, uno de los tres futbolistas en levantar la Copa Mundial como jugador y posteriormente como director técnico, murió a los 78 años de edad.
Franz Beckenbauer “El Kaiser” también pasó a la historia como el futbolista que jugó el denominado “partido del siglo” contra Inglaterra durante el Mundial México 70, pero con el hombro dislocado.
La leyenda de la Selección de Alemania y del Bayern Múnich, considerado como uno de los mejores futbolistas de la historia, deja un legado imborrable en el balompié, gracias a su estilo en el campo de juego y por sus logros, tanto a nivel nacional como internacional.
Sus inicios en el Bayer Múnich
Beckenbauer nació el 11 de septiembre de 1945 y creció en el barrio obrero de Giesing en Múnich. A los 13 años, se unió al FC Bayern Múnich, donde estuvo la mayor parte de su carrera.
El Kaiser, apodado así por su técnica e influencia en el campo, se desempeñó como defensa central en Alemania, donde fue pilar de la Selección teutona.
Participó en tres Copas del Mundo de la FIFA como jugador (1966, 1970 y 1974), y fue parte integral del equipo que ganó la Copa del Mundo de 1974 en casa. Dos años antes, también conquistó la Eurocopa de 1972.
Tal fue su impacto como jugador que obtuvo el Balón de Oro en dos ocasiones (1972 y 1976), siendo apenas el segundo alemán que se llevaba el galardón, tras Gerd Müller.
Con el Bayern Múnich fue campeón de la Bundesliga en cuatro ocasiones, obtuvo cuatro copas alemanas, tres Copa de Europa (Champions League) y una Copa Intercontinental.
En 1977 firmó con el New York Cosmos, de Estados Unidos, donde estuvo por cuatro temporadas, hasta 1980, donde compartió vestidor con Pelé.
Regresó a Alemania para jugar con el Hamburgo. Su retiro se dio en 1983, vistiendo nuevamente la camiseta del Cosmos.
Tras su retiro, en 1984 se convirtió en entrenador de la Selección alemana, donde llegó a la final de 1986 en México, cayendo ante Argentina.
Cuatro años después fue el entrenador del equipo alemán que ganó la Copa Mundial de la FIFA, en 1990.
La marca de alzar la copa mundial de futbol como jugador y después como entrenador también la lograron Mario “Lobo” Zagallo, quien murió apenas el 5 de enero de este año, y el francés Didier Deschamps.
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