Si bien LeBron y los Lakers estaban a punto con un gran estilo de juego que les alcanzó para dejar fuera al campeón Warriors, del otro lado de la moneda con Denver y ahora Jokic y compañía van a las finales por primera vez en la historia del equipo barriendo al 17 veces campeón de la NBA.
Jokic desde que entró a la liga en 2014 siempre fue un jugador bastante criticado por la fanaticada pero también por parte de ciertos profesionales que lo veían demasiado alto y poco ágil, pero no es hasta el 2021 cuando este jugador europeo empezó a recibir mejor que le puede pasar a un deportista, popular, MVP, muy querido en Denver.
Mas a favor de los que saben, aquellos que como lo fue Giannis, apostaron ahora por Nikola Jokic y ese movimiento arriesgado está saliendo a la perfección en cuestiones de ser alguien desconocido o incluso alguien criticado, a ser ahora la gran superestrella en que se ha convertido.
Trabajo en equipo
Llegada la serie para esta conferencia Oeste de la NBA, muchos esperaron que LeBron sacara la casta por LA, al final fue la humildad pero sobre todo el contar con individualidades y un perfecto trabajo en equipo.
Así fue durante los primeros juegos, la afición esperaba una cómoda victoria de Lakers sobre un equipo que de acuerdo a la opinión publica pues no era muy relevante en la liga y fue justamente el equipo de Denver quien se atrevió a hacer lo que otros no saben hacer (no achicarse en ninguna clase de escenario).
En estas finales del Oeste solo se presentó a un equipo a jugar, aprovecharon por completo las carencias de unos Lakers que llegaron sobrados al juego y un gran exceso de confianza, ahora Jokic y compañía van a las finales a la espera de que probablemente sea Miami Heat.
