Hay muy pocas posibilidades de morir por una bala perdida (aquel disparo sin sentido de un particular que realiza al aire y cae en un inocente). En México, hubo 132 casos entre 2014 y 2015. Morir por SARS-COV-2 tiene el nada preocupante 10% de muertes para sus infectados que ascienden a casi un millón de personas, pero, para los 119 millones de mexicanos que habitan nuestro país parece una posibilidad muy remota.
Mientras caminas por las calles de México sientes la pesadez de un mundo diferente, y como si fuera una bala perdida el COVID entra a tu vida como si se tratara de un azar, la destruye o simplemente la vuelve asintomática.
No se sabe nada del virus, entró en noviembre 2019 y hoy casi un año después, no conocemos cuáles son sus alcances ni sus formas, tener cuidados como el uso de gel antibacterial o sanitizar los espacios son medidas que se debían de tomar desde hace muchos años, las personas transmitimos nuestros virus al mundo mientras respiramos y cada organismo tiene sus inconvenientes y sus fortalezas.
El mundo vive con el 30% de su gasolina, con ese porcentaje para los ingresos de los dueños de restaurantes, para las ganancias de las trasnacionales, para la entrada a estadios, para ir al cine, pero, ¿el neoliberalismo permite esa escuálida cifra para sus fines?
La crisis actual económica solamente podrá ser comparada con la más devastadora en la historia, el mundo está sumergido en momentos de verdadero pánico, las personas híper informadas realizan compras innecesarias de utensilios que no les servirían si sus hábitos fueran diferentes, la polarización entre los acaudalados que generan dinero desde casa contra aquellos que deben de ir a vender todos los días provoca una división de clases preocupante.
La diabetes, obesidad, tabaquismo, alcoholismo, y demás enfermedades crónico degenerativas junto con el cáncer hacen que la esperanza de vida de los seres humanos en esta época disminuya.
El mundo ya era un lugar difícil, imposible de subsistir con niveles de pobreza extrema en casi el 35% de su población, con el COVID, esa cifra llegará a niveles inhumanos.
En promedio una vacuna tarda 4 años en desarrollarse y mientras creemos que estamos más cerca de librar lo peor, la realidad es que estamos más cerca de entrar en el corazón de la tormenta.
México y el mundo viven sus peores momentos como sociedad, sin embargo, los valores y la sobrevivencia humana han logrado que de apoco todos se adapten, tal vez no vaya a cambiar nada el hecho de no salir, de usar cubrebocas, de evitar saludar, tal vez cambie muy poco, pero debemos de entender que es un requisito para que la economía siga andando.
Una economía afectada por teorías conspiratorias, en México solo el 12% de las personas ganan más de 12 mil pesos por persona al mes en una familia.
Mientras unos siguen creyendo que se trata de una emboscada para frenar la economía y afectarte, mientras sigan creyendo que fue un virus inventado para disminuir la población mundial, mientras sigan existiendo promotores de la ignorancia que no puedan entender que, los empleos, las fuentes de ingreso y el crecimiento de producción de un país es la llave para hacerle cara a una pandemia, mientras sigan ignorándose esos detalles y nos concentremos en miedos ridículos, no podremos entender qué necesitamos hacer para que esta crisis no acabe con nuestra salud financiera ni económica y por ende con nuestra vida.
Así pasó:
Noviembre 2019, la destrucción indiscriminada de ecosistemas ha provocado una nueva mutación de Coronavirus, su nombre: SARS-COV-2. Desde 1980, se han cuadruplicado los brotes infecciosos. Un tercio procede de animales, como es el caso del VIH, Ébola, peste porcina y gripe aviar. El ser humano al destruir sus hábitats comienza a interactuar con su entorno y evidentemente con nuevos virus, cada vez más letales.
Diciembre 2019, los primeros infectados en el mercado de animales de Wuhan, China, comienzan a tener síntomas similares a los de una gripe ordinaria o influenza, pero en poco tiempo, su sistema respiratorio y órganos colapsan hasta morir. Una vez alertadas las autoridades chinas censuran la información y comienzan a preparar todo para recibir turistas durante el fin de año occidental.
Enero 2020, miles de personas asistieron al mercado por excéntricos animales para comérselos, tales como: siervos, serpientes, perros, mapaches, murciélagos. Esas personas viajaron a diferentes partes del mundo. Los encargados de salud de China se dan cuenta que los infectados no mueren de inmediato y que incluso pueden estar en cualquier lugar sin ningún síntoma, la tercera semana del mes anuncian cuarentena total para la ciudad, nadie podrá entrar ni salir de Wuhan. La pandemia comenzó.
Febrero 2020, China no puede más con la presión mediática por los medios de comunicación internacionales y actualiza por completo a la Organización Mundial de la Salud, sobre los nuevos descubrimientos y las medidas que ha tomado. Comienzan a haber casos de SARS-COV-2 en Europa y otros países de Asia. La OMS declara pandemia en estas partes del mundo. Existe especulación sobre ¿cómo surgió el virus? China comienza a apoderarse de las empresas privadas que han colapsado por la crisis del país.
Marzo 2020, los viajes en los países de Asía, Europa y parte de África han quedado suspendidos, de a poco los gobiernos locales comienzan a exigir a los comerciantes cerrar sus negocios, las principales ciudades del mundo están en un toque de queda, comienzan los primeros brotes en América. Las ligas de futbol, basquetbol, tenis, y demás deportes globales deciden suspender los campeonatos hasta nuevo aviso.
Abril 2020, la histeria se apoderó de la humanidad, las personas cerraron sus comercios por indicación gubernamental en el mundo, la pandemia mundial es una realidad con casos en casi todos los países, los más desprotegidos entran en pánico por no tener la capacidad de poder socorrer a los enfermos.
Mayo 2020, países sin infraestructura médica comienzan a sufrir estragos económicos, la crisis mundial cada vez es peor, al menos el 60% de la población en el mundo ya perdió su empleo, los países han solicitados préstamos para poder surtir los equipos médicos necesarios.
Junio 2020, la curva no ha aplanado, aunque en Europa y Asia han dejado de existir casos como antes, las otras partes del mundo viven sus picos más elevados, la inseguridad, desinformación, miedo y ansiedad han hecho que las personas comiencen a desarrollar manías por las circunstancias.
Julio 2020, salvo el continente americano, en la mayor parte del mundo comienzan a disminuir los brotes, Europa y Asia, han abiertos sus fronteras, y algunos lugares turísticos comienzan a abrir, con la nueva reglamentación, utilizar en todo momento el cubrebocas, careta, sanitizar tu calzado y evitar cualquier clase de contacto.
Agosto 2020, las medidas ya han sido relajadas, en la mayor parte del mundo todo ha regresado a una “nueva normalidad”, si sigues los protocolos puedes realizar diversas actividades sin ningún problema, la cifra de muertos cada vez es mayor.
Septiembre 2020, muchas personas comienzan a salir de viaje en todos los lugares con el pretexto, de, es que ya estoy muy cansado de no hacer nada, realizan viajes de placer a centros turísticos, los broten van en aumento.
Octubre 2020, tal parece que esto nunca va a acabar, ahora las personas creen por completo en el virus y el millón de muertes que han provocado los más de 40 millones de infectados. El rebrote está por suceder…