En Suecia, los dulces no son solo un capricho: son una tradición sagrada. Cada sábado, familias enteras salen de las tiendas con bolsas repletas de gomitas, chocolates y caramelos, cumpliendo con un ritual que comenzó hace más de 70 años: el lördagsgodis, o “dulces de los sábados”.
Lo que nadie esperaba era que este pequeño placer nacional estuviera en peligro. No porque los suecos dejaran de devorar dulces, de hecho en una sola noche pueden consumir más de un kilo por persona, sino porque su obsesión traspasó fronteras. De repente, miles de personas en Estados Unidos y Corea del Sur comenzaron a adoptar la tradición, desatando una fiebre por los dulces suecos.
El culpable: TikTok
Todo comenzó con un video aparentemente inofensivo. La creadora de contenido Marygrace Graves visitó BonBon, una dulcería sueca en Brooklyn, y compartió su experiencia con el famoso pick’n’mix, el sistema que permite elegir y mezclar diferentes tipos de golosinas al gusto. Su publicación se hizo viral, y de un momento a otro, las dulcerías en todo el mundo comenzaron a quedarse sin stock.

La empresa sueca Bubs, una de las más populares del país, vendió toda su producción del verano en cuestión de semanas. Su director, Niclas Arnelin, confesó a The Guardian que la única forma de sobrevivir era reducir su catálogo y concentrarse en sus tres productos más demandados. Mientras tanto, en Suecia, las tiendas recibían lotes racionados para priorizar a los consumidores locales.
Lo más curioso es que, en un giro irónico, algunos suecos tuvieron que pedir sus propios dulces desde el extranjero.
Dulces a cuenta gotas
La crisis no tardó en sentirse en otros rincones del mundo. En ScandiKitchen, una famosa tienda escandinava en Londres, los dueños Jonas y Bronte Aurell espaciaban los productos en los estantes para disimular la escasez. “Disfrutar de algo tan típico como los dulces se vuelve muy significativo cuando de repente hay tan pocos”, explicaron.
Así, Suecia se encontró ante una encrucijada: mantener una tradición nacional o satisfacer la demanda global. Pero si hay algo que los suecos han aprendido con el tiempo es el valor del equilibrio. Como dijo un habitante local a la BBC, el lördagsgodis es más que una indulgencia: es una enseñanza sobre moderación.

Y, por si te lo preguntas, sí, en México también existen tiendas de pick’n’mix. Tal vez no sea una tradición aquí, pero basta con entrar a un Chilim Balam para entender por qué este dulce ritual ha conquistado al mundo.
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