Reflexiones
Alternativo.mx / #Daniel Corona / Sígueme en: Facebook y Twitter
Cuando en un país existen tantas carencias económicas, la duda de un desvío multimillonario de 7 mil 670 millones de pesos es indignante y ofensivo.
La investigación que realizara Animal Político junto con Mexicanos Unidos contra la Corrupción y la Impunidad, desenmascaró la estafa al erario que apunta a Rosario Robles, junto con Emilio Lozoya y Alfredo del Mazo como los tres principales autores intelectuales de lo que se ha denominado la “Estafa Maestra”.
Mediante la entrega de recursos a empresas fantasmas e ineficaces por medio de contratos ilegales, el dinero se esfumó mágicamente de la cuenta pública entre los años 2013 y 2014.
Tan solo dos años para crear una de las más eficientes redes de corrupción oficial que han surgido en este país, hacen ver a Javier Duarte como un simple aprendiz de ladrón.
Hoy Rosario Robles, quien no es la primera vez que está envuelta en escándalos de corrupción, ha sido llamada a comparecer ante el Congreso de la Unión y se ha defendido como tigresa a punto de ser cazada, argumentando violencia política de género.
El ser mujer es respetable, pero el ser servidor público y estar bajo sospecha de actos de corrupción por desvío de dinero del erario, es muy diferente.
El ser mujer no la libera de la justicia –si es que llegara a existir- por engañar a la sociedad y a su país, aprovechando su posición como funcionaria pública.
Al tiempo.