La madrugada del 21 de abril de 2025, el Papa Francisco falleció a los 88 años. Ahora los cardenales deben elegir a su sucesor. El cónclave reunirá a los prelados menores de 80 años en la Capilla Sixtina. Su decisión marcará el rumbo de la Iglesia Católica.
Europeos: continuidad o giro conservador sobre el Papa
Entre los europeos sobresalen Pietro Parolin y Peter Erdő. Parolin, de 70 años y secretario de Estado, es un moderado con amplia experiencia diplomática. Busca consensos antes que imponer posturas. Aun así, su cargo histórico dificulta su elección: ningún secretario de Estado ha llegado al papado. Erdő, de 72 años y húngaro, defiende valores tradicionales. Critica el matrimonio igualitario y mantiene una postura firme en moral. Su perfil apela a los cardenales más conservadores. Sin embargo, su escasa presencia mediática podría jugar en su contra.
“Tapados” y sorpresas: nuevos rostros
Este grupo incluye a candidatos menos mencionados, pero con potencial. Fridolin Ambongo Besungu, de 65 años y congoleño, preside la Conferencia Episcopal de África y Madagascar. Combina una visión pastoral tradicional con su origen africano. Otro perfil emergente es Peter Ebere Okpaleke, de 62 años y nigeriano. Francisco lo defendió ante la oposición local. Okpaleke ofrece continuidad moderada con leves matices conservadores. Su experiencia pastoral y su cercanía al Papa saliente lo convierten en una sorpresa posible.
Moderados: apertura y diplomacia
Los moderados incluyen a Luis Antonio Tagle y Matteo Zuppi. Tagle, de 67 años y filipino, promueve la inclusión de mujeres divorciadas y de la comunidad LGBTQ+. Su enfoque pastoral gusta a los seguidores de Francisco. Algunos cardenales podrían dudar de su capacidad administrativa. Zuppi, de 69 años e italiano, ha liderado misiones de paz y apoya el diálogo interreligioso. Su cercanía con Francisco lo respalda, pero carece de campaña mediática. Los moderados creen que Zuppi puede renovar la Iglesia sin rupturas bruscas.
Conclusión sobre el Papa
El próximo Papa decidirá si la Iglesia avanza en la línea progresista o retoma un perfil más conservador. Los cardenales confrontarán tres ejes: continuidad europea, sorpresas “tapadas” y moderación pastoral. El cónclave en la Capilla Sixtina definirá el rumbo de la Iglesia Católica para las próximas décadas. La fumata blanca anunciará al nuevo Francisco, un hombre que deberá unir a la Iglesia en tiempos de cambio.
Más información aquí