Cuando una persona ama su profesional, la ejerce sin esperar nada a cambio.
En Tijuana, una enfermera que iba caminando por la calle después de seguramente una ardua jornada laboral, encontró a un hombre indigente con el pie lastimado.
Sin pensarlo, sin que nadie se lo pidiera y sin esperar nada a cambio, la enfermera empezó a curarle como si estuviera en el hospital.
De su maletín portátil sacó sus guantes, gasas, vendas y todo lo necesario para ayudar a ese hombre.
Aparentemente esta mexicana ejemplar se llama Mari. Sus fotos circularon en redes de forma viral.
Si muchos mexicanos pensáramos y actuáramos de la misma manera, seguramente tendríamos un mejor país. Empezando por nuestro presidente.
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