¿Por qué últimamente nuestra sociedad se siente atraída por este estilo de vida “sano”?
Algunos han hecho el cambio por razones ambientales, por motivos de salud personales o bien, porque aman a los animales y tienen una oposición ética al comerlos. Una gran cantidad de investigaciones científicas demuestran que existen importantes beneficios vegetarianos para la salud, es por eso mismo que incluso varias instituciones privadas y públicas recomiendan que consumamos la mayor parte de nuestras calorías de productos en granos, verduras y frutas.
Se estima que alrededor de un 70% de todas las enfermedades tienen su origen y desenvolvimiento en relación con la dieta. Por ende, según varios estudios referentes a la dieta vegetariana al hacer la transición de hábitos alimenticios se puede reducir el riesgo de adquirir enfermedades degenerativas crónicas tales como la obesidad, la enfermedad de las arterias coronarias, la presión arterial alta, la diabetes y ciertos tipos de cáncer, incluidos el cáncer de colon, mama, próstata, estómago, pulmón y esófago.
Los estudios muestran que las dietas predominantemente basadas en plantas pueden ser una forma más saludable de comer, con menos casos informados de obesidad, enfermedades cardíacas y diabetes tipo 2 en personas que no comen carne, inclusive las personas con presión arterial alta pueden beneficiarse, ya que los estudios muestran una menor incidencia de presión arterial elevada en las personas que siguen una dieta vegetariana.
También puede haber un menor riesgo general de cáncer, incluso más para los veganos. Por lo general, una dieta vegetariana de alimentos integrales variada y adecuadamente planificada contiene menos grasas saturadas y más ácido fólico, fibra y antioxidantes protectores.
