Una vez la UNAM nos impresiona.
En la Facultad de Estudios Superiores Cuautitlán la ingeniera en alimentos Raquel Gómez Priego, desarrolló una peculiar tortilla de harina que no engorda y ayuda a enfrentar la desnutrición.
Dos de ellas equivalen a los nutrientes de un vaso de leche y ayudan a combatir la obesidad y la consecuente diabetes mellitus tipo 2, pues no contiene “calorías vacías” sino proteínas, calcio, fibra, ácido fólico y una mezcla de microorganismos benéficos.
México ocupa el primer lugar en obesidad infantil a nivel mundial y el segundo en obesidad de adultos, pero la población también sufre de desnutrición.
Además las tortillas están adicionadas con probióticos y prebióticos que son una mezcla simbiótica de microorganismos vivos que pasan por el tracto gastrointestinal sin que el pH les cause la muerte y cuando llegan al intestino delgado se implantan y ejercen un efecto benéfico al inhibir el crecimiento de flora intestinal indeseable.
Otra investigación que requiere apoyo.