En el Hospital de Gineco-Obstetricia N°. 4 “Luis Castelazo Ayala” de la Ciudad de México, una mujer con 40 semanas de embarazo pidió que se le practicará la cesárea, luego de un ultrasonido donde se indicaba que el bebé estaba a punto de nacer.
El médico en turno violó el derecho de la mujer al negarse y comenzó a suministrarle todos los medicamentos para un parto natural, tristemente la necesidad del galeno al introducir su mano para sacar al bebé en al menos tres ocasiones provocó que el menor tuviera crisis convulsivas, por la inflamación del cerebro, hematomas y fractura craneal.
La CNDH, emitió la recomendación 36/2018 dirigida al director Tuffic Miguel Ortega en donde obliga al IMSS a crear un fideicomiso en menos de 6 meses para reparar los daños sufridos por la violencia obstétrica contra la familia, también deberán hacer cargo de todos los gastos que demande el menor, tal como guardería, medicamentos o cualquier que haya sido ocasionado por el médico irresponsable, además de la ayuda sicológica para la familia.
El recién nacido actualmente tiene alteraciones de movimiento en cuatro extremidades, más en el lado izquierdo, presenta afectaciones a nivel cognitivo y en un futuro en las funciones de lenguaje.
El médico una vez que se dio cuenta que se dio cuenta de su error ordeno una cesárea, sin embargo, ya el daño estaba hecho, el bebé nació y no lloró, de inmediato fue trasladado a la Unidad Médica de Alta Especialidad del Hospital de Pediatría del Centro Médico Nacional Siglo XXI.
¿Cómo te sentirías tú, si la decisión de un negligente afectara para siempre tu vida?
Así se publicó.
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CAA