Haba de San Ignacio: propiedades, usos medicinales y precauciones importantes

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Qué son las Haba de San Ignacio | Fuente: cortesuprema.gov.co
Qué son las Haba de San Ignacio | Fuente: cortesuprema.gov.co

El haba de San Ignacio es una semilla con una larga historia de uso en la medicina tradicional, especialmente para problemas digestivos. Sin embargo, detrás de esta planta se esconde una interesante historia, propiedades medicinales y también importantes advertencias sobre su toxicidad. Descubre todo lo que debes saber sobre esta peculiar semilla que ha sido utilizada durante siglos.

¿Qué es el haba de San Ignacio?

Qué es la haba de San Ignacio
Qué es la haba de San Ignacio | Fuente: Google

El haba de San Ignacio, conocida científicamente como Strychnos ignatii o Ignatia amara, es una planta trepadora perteneciente a la familia de las Loganiáceas. No debe confundirse con las habas verdes comunes que consumimos en la cocina latinoamericana, las cuales son ricas en nutrientes como fibra, ácido fólico, hidratos de carbono complejos y proteínas.

Esta planta produce unas semillas o “habas” de aspecto café, sabor extremadamente amargo y olor terroso, que han sido utilizadas tradicionalmente con fines medicinales en diversas culturas. Su nombre científico Strychnos deriva del griego y significa “amargo”, haciendo referencia a su característico sabor.

Origen e historia

El haba de San Ignacio es originaria de las islas Filipinas, donde crece como una planta rastrera que suele trepar hasta la copa de los árboles más altos. Debe su nombre popular a San Ignacio de Loyola (1491-1556), fundador de la Compañía de Jesús, ya que fueron los misioneros jesuitas quienes dieron a conocer en Europa las propiedades medicinales de esta planta.

Según documenta el blog español Epónimos Científicos de la Universidad CEU Cardenal Herrera, en el siglo XVIII el jesuita y farmacéutico austriaco Jorge Camel difundió notablemente su uso desde Filipinas. En el “Tratado de materia médica” del médico inglés Guillermo Cullen, se presenta esta semilla como “el amargo más fuerte que conocemos”.

Su uso se extendió posteriormente a Sudamérica y México, aunque la información sobre su uso coloquial o medicinal reciente en territorio mexicano es limitada.

Descripción botánica

De acuerdo con la Biblioteca Digital de la Medicina Tradicional Mexicana, el haba de San Ignacio proviene de un “árbol grande de 15m de altura, con espinas en el tronco y un jugo lechoso característico”. Sus características botánicas incluyen:

  • Tronco: Puede superar los 10 centímetros de diámetro, sin espinas, con corteza lisa y rojiza.
  • Hojas: Tienen forma de huevo (elípticas), son de color verde amarillento en ambas caras y presentan bordes aserrados. Pueden alcanzar hasta 25 centímetros de largo.
  • Flores: Se agrupan en espigas, son de un discreto color verdoso y están dispuestas en racimos de umbelas. Están presentes durante todo el año.
  • Fruto: Es una baya de cáscara dura y color amarillo-anaranjado pálido que representa la parte más tóxica de la planta. Tiene forma de corona comprimida que se abre en muchos gajos.
  • Semillas: Cada fruto puede contener hasta 20 semillas (las habas propiamente dichas), que una vez secas y separadas de la pulpa, son las que se utilizan con fines medicinales.

Propiedades medicinales tradicionales

En la medicina tradicional, el haba de San Ignacio ha sido utilizada principalmente para tratar problemas digestivos. Sus aplicaciones varían según la región, pero algunas de las más comunes incluyen:

Usos digestivos

  • Dolor de estómago: En Oaxaca se utiliza para aliviar malestares estomacales.
  • Tratamiento de la bilis: En Yucatán se emplea para tratar problemas relacionados con la bilis.
  • Laxante y purgante: En Michoacán, Veracruz y Morelos se usa como laxante y para combatir el estreñimiento.
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Otros usos tradicionales

  • Regulador menstrual: Se ha utilizado para evitar retrasos en la menstruación.
  • Estimulante cardiaco: Tradicionalmente se le atribuyen propiedades para estimular el corazón.
  • Analgésico: Se ha empleado para aliviar diversos tipos de dolor.
  • Desinfectante: Se le atribuyen propiedades antisépticas.
  • Tratamiento para el alcoholismo: En algunas tradiciones se ha usado como remedio para combatir la adicción al alcohol.

Según la tradición, en Nayarit, los coras (grupo indígena) suelen rezar a las habas antes de usarlas, lo que demuestra el valor cultural y espiritual que se les atribuye.

Formas de consumo tradicional

De acuerdo con la información recopilada, las formas tradicionales de consumo del haba de San Ignacio incluyen:

  • Cocción: Se prepara en forma de té o infusión para tratar el dolor de estómago.
  • Masticación: Las habas se mascan para combatir el estreñimiento.

Es importante destacar que estas formas de consumo son parte de la medicina tradicional y no cuentan con respaldo científico moderno que avale su seguridad o eficacia.

Uso en homeopatía

En la medicina homeopática, el haba de San Ignacio se conoce como Ignatia amara y se utiliza principalmente para tratar trastornos emocionales y nerviosos. La preparación homeopática diluye extremadamente la sustancia original, reduciendo o eliminando su toxicidad.

Sin embargo, es fundamental consultar con un profesional de la salud antes de utilizar cualquier preparado homeopático, ya que incluso en estas formas diluidas, pueden existir contraindicaciones o interacciones con otros medicamentos.

Toxicidad y advertencias

A pesar de sus usos tradicionales, el haba de San Ignacio es altamente tóxica debido a su contenido en estricnina y brucina, alcaloides presentes en todas las Loganiáceas. La toxicidad de esta planta no debe subestimarse, y su consumo sin supervisión médica puede resultar extremadamente peligroso e incluso mortal.

Los estudios científicos han confirmado que si se excede la dosis, el haba de San Ignacio puede provocar una intoxicación severa, pues contiene fitotoxinas, principios cárticos y eméticos que pueden producir:

  • Daños cutáneos
  • Gastroenteritis
  • Vómitos
  • Diarreas
  • Temblores musculares
  • Convulsiones tetánicas
  • En casos graves, puede provocar la muerte

La estricnina, uno de sus principales componentes, es un alcaloide muy enérgico que cristaliza en prismas del sistema rómbico poco solubles en agua fría. Tiene un sabor amargo intenso y es extremadamente venenosa. En medicina convencional, se ha utilizado en forma de sulfato de estricnina, pero siempre bajo estricto control médico y en dosis muy precisas.

Consideraciones importantes

Debido a su alta toxicidad, se recomienda encarecidamente:

  • No automedicarse: Nunca consumas haba de San Ignacio sin supervisión médica profesional.
  • Consultar a especialistas: Antes de considerar cualquier uso medicinal de esta planta, consulta con un médico o profesional de la salud calificado.
  • Evitar su uso en embarazo y lactancia: Por sus propiedades tóxicas y potencialmente abortivas, está contraindicada en mujeres embarazadas o en periodo de lactancia.
  • Mantener fuera del alcance de niños: Por su apariencia de “haba”, podría confundirse con un alimento comestible.

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