Alternativo.mx | Del catarrito de Agustín Carstens a la cachetadita de Alfonso Romo, la economía mexicana sigue mostrando bajos niveles de crecimiento, a pesar de las grandes expectativas que generan los gobernantes.
El 1 de enero del 2010, en el gobierno de Felipe Calderón, Agustín Carstens Carstens fue designado como gobernador del Banco de México (Banxico) y desde entonces han sucedido momentos clave en la economía mexicana.
Sin duda, uno de esos momentos en aquella época fue cuando el tipo de cambio se disparó a más de 14 pesos por dólar, a causa del efecto financiero que colapsó luego del estallido de la burbuja inmobiliaria en Estados Unidos que tuvo una repercusión a nivel mundial.
Agustín Carstens, todavía como Secretario de Hacienda, en el gobierno de Calderón, dijo en febrero de 2008 que el contagio de la crisis financiera de Estados Unidos hacia México sería un ‘catarrito’.
No obstante, ese ‘catarrito’ derivó en una devaluación de la moneda y ocasionó que bancos centrales alrededor del mundo modificaran su política monetaria.
Ahora Alfonso Romo, jefe de la Oficina de Presidencia de la República en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, descartó la posibilidad de que exista una recesión económica en el país, como lo insinuó Julio Santaella, presidente del Inegi.
El funcionario aseguró que el primer trimestre solo fue “una cachetadita” para el gobierno.
“Hablar de cifras precisas es difícil, lo importante es marcar la tendencia. El primer trimestre nos dio una cachetadita, es como cuando montas a caballo, te vuelves a subir para saltar mejor”, comparó Romo.
