Las protestas estallaron en todo el país después de la muerte de Mahsa (Jina) Amini, de 22 años, el 16 de septiembre, luego de su arresto por la política de moralidad por usar “inapropiadamente” su velo. Desde entonces, decenas de videos publicados en línea muestran a niñas en edad escolar protestando en sus escuelas y en las calles, cantando, saludando y quemando sus velos.
Pero el riesgo al que se enfrentan las colegialas puede ser mortal. Nika Shakarami tenía 16 años cuando quemó su velo en una protesta en Teherán. Fue vista con vida por última vez el 20 de septiembre siendo seguida por las fuerzas de seguridad. El gobierno afirma que ella se cayó de un edificio, el mismo destino de otra manifestante, Sarina Esmailzadeh, también de 16 años, quien supuestamente cayó y murió en Karaj, al oeste de la capital, el 24 de septiembre. Según informes de los medios, ambas familias fueron presionadas para no hacerlo. contradecir la historia oficial
Hasta el 11 de octubre, la Sociedad para Apoyar a los Niños, con sede en Irán, afirma que 28 niños han muerto durante las protestas, la mayoría en las provincias de Sistán y Baluchistán, y nueve niños han sido identificados por grupos de derechos humanos y medios de comunicación como asesinados por las fuerzas de seguridad. . Human Rights Watch no ha documentado de forma independiente estos casos, pero los informes plantean graves preocupaciones. UNICEF ha pedido el fin de la violencia contra los niños.
El comandante adjunto del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria de Irán declaró el 5 de octubre que “la edad promedio de la mayoría de las personas detenidas durante las protestas es de 15 años”.
Sin embargo, la represión mortal parece haber alimentado la indignación entre la población más joven. Los videos que circulan en las redes sociales muestran que en Saqez, la casa de Mahsa Amini, decenas de escolares marcharon por las calles en protesta, mientras que las niñas en Karaj empujaron a un hombre, evidentemente un funcionario, fuera de la puerta de la escuela, gritando “Deshonroso”. En otro video publicado en Twitter, las colegialas se quitan el velo y cantan contra un hombre que parece ser un miembro del Basij, una fuerza paramilitar voluntaria que forma parte de la Guardia Revolucionaria de Irán, que había venido a la escuela para hablar sobre el Mahsa. Amini protesta.
Altos funcionarios afirman que los jóvenes han quedado “atrapados” por la exposición a Internet, pero los videos publicados en línea indican que el puesto de las colegialas está ganando solidaridad: se ve a hombres y mujeres uniéndose a ellos, y los niños también están quemando pañuelos en la cabeza.
En un país donde expresar la autonomía como mujer puede resultar en la muerte, la acción de estas colegialas para exigir libertad e igualdad es de una valentía de infarto. Las autoridades iraníes deben atender sus demandas, garantizar su seguridad y protección, evitar que las fuerzas de seguridad entren en las escuelas para intimidar o arrestar a los estudiantes y liberar de inmediato a todos los niños arrestados por protestas pacíficas.
