El dinero es un tema delicado para todos, ya que de eso hemos dependido por un largo tiempo para poder manejar nuestras negociaciones.
Si ya te has encontrado en el mundo laboral, seguramente has vivido estando en la posición de acreedor o de deudor.
Posiblemente el ser acreedor de una deuda se pensaría es una posición más fácil, ya que solo es cobrar en un futuro tú propio dinero, no consideramos que el momento de que te devuelvan el dinero puede convertirse en un camino tortuoso.
Por su parte, el lado deudor externamente se ve más complicado. Todo el tiempo pensando en las deudas por pagar y como hacer para conseguir solventar en las fechas.
Al momento en que se hacen transacciones pueden llegar a verse emociones involucradas y este punto es otro factor a medir para decidir hacer o no una transacción monetaria.
¿Qué considerar para ser un acreedor?
Primero plantéate y revisa tus finanzas rápido, si tienes la posibilidad de hacer un préstamo de tú dinero.
Después de ello ve los pros y contras de darle a la persona que te pide, considera si crees que tenga la posibilidad de regresar el dinero y en cuánto tiempo.
Finalmente, ya que evaluaste la situación y decides hacer el crédito habla con la persona claro sobre cómo te lo tendrá que devolver.
¿Qué considerar si eres un deudor?
Antes que nada, haz una lista para conocer cuánto dinero necesitas para poder moverte tranquilamente mientras esperas una entrada de dinero.
Busca a una persona o una entidad bancaria fiable y que tengas la confianza en pedir.
Establece plazos para ir abonando a tu deuda y ten presente cuando es la fecha límite para que liquides.
Mantén tus finanzas sanas.
De cualquier parte que en la que te encuentres dentro de la balanza, no pensemos que el tema del dinero se haga un taboo, por que como dice el dicho, cuentas claras amistades largas.
Siempre ten presente y tomemos nuestro papel, para pagar o cobrar.
Recordemos que el no pagar deudas y sobre todo con personas cercanas a nosotros puede terminar en un conflicto y en el peor de los casos, con la relación que existía.
Esto aplica igualmente para cobrar, dejemos el miedo de lado o la pena para pedir nuestro dinero de vuelta.
La recomendación mantente en una postura imparcial y anota lo que debes o lo que te deben.
