La “enfermedad del ciervo zombie” es el término coloquial para referirse a la enfermedad crónica desperdigada (CWD, por sus siglas en inglés), una enfermedad neurodegenerativa que afecta a los ciervos, alces y otros cérvidos. La preocupación entre los científicos se centra en el hecho de que esta enfermedad podría tener el potencial de transmitirse a los humanos.
La CWD pertenece a un grupo de enfermedades conocidas como enfermedades priónicas. Los priones son proteínas mal plegadas que pueden provocar que otras proteínas en el organismo también adopten una forma incorrecta. En el caso de la CWD, se piensa que los priones afectan el sistema nervioso central de los ciervos y otros cérvidos, causando daño cerebral, pérdida de peso, cambios en el comportamiento y, finalmente, la muerte.
Hasta el momento, no hay evidencia concluyente de que la CWD pueda infectar a los humanos, pero los científicos están monitoreando la situación con precaución. Se ha observado que enfermedades priónicas relacionadas, como la enfermedad de las vacas locas, pueden tener consecuencias graves para la salud humana si se consumen productos contaminados.
La propagación de la CWD entre los ciervos y otros animales se ha convertido en una preocupación para la gestión de la vida silvestre y la industria de la caza, ya que puede tener impactos significativos en las poblaciones de cérvidos y en los ecosistemas en los que viven. La investigación continua es fundamental para comprender mejor la enfermedad y evaluar cualquier riesgo potencial para la salud humana.