En Punta Arenas, en el sur de Chile, una ballena jorobada se tragó literalmente a un ciudadano venezolano y segundos después fue expulsado vivo por el cetáceo.
El episodio ocurrió la tarde del sábado 8 de febrero, cuando Adrián Simancas, analista, programador y músico de 24 años de edad, realizaba una travesía híbrida de trekking y packrafting en medio de las gélidas aguas del estrecho de Magallanes junto a su padre, Dell Simancas, un anestesista de 49 años.
Video: cortesía de Dell Simancas para CNN
Los hechos
En medio de ese paseo, mientras el padre tomaba un video de su hijo, apareció de pronto el gigantesco cetáceo, se escuchó un fuerte sonido, e inmediatamente el joven desapareció de la superficie.
Segundos después y para asombro del progenitor, el animal liberó al joven que volvió a salir a flote con su bote.
“Pensé que podría haber muerto”, relató el joven y afirmó que seguirá explorando en futuras expediciones, aunque ahora con más precaución y distancia.
“Vi algo entre azul y blanco que me pasa cerca de la cara y está, por un lado, y encima. No entendía qué estaba pasando. Entonces me hundo y pensé que me había comido”, declaró el joven a TVN.
Su padre señaló: “cuando volteé no veía nada, y de repente [mi hijo] sale como disparado, y ahí me tranquilicé un poco porque lo vi afuera”.
El hombre agregó que después del incidente decidieron no continuar la travesía ni se ingresaron denuncias ante la Gobernación Marítima de Magallanes.
La ballena jorobada es un cetáceo de gran tamaño y las hembras son sensiblemente más grandes que los machos.
Mientras que una hembra suele medir entre 12 y 14 metros con máximos de hasta 15 metros, los machos suelen encontrarse en el rango comprendido entre los 11 y los 13 metros.
La ballena jorobada se alimenta básicamente de krill, crustáceos planctónicos, peces y plancton, y queda claro que la carne humana no le apetece.
Más información aquí