La Ciudad de México es conocida por su alta actividad sísmica, lo que se debe a su ubicación geográfica y a la presencia de varias fallas tectónicas en la región. La ciudad se encuentra en una zona de subducción, donde la placa de Cocos se desliza debajo de la placa de Norteamérica, generando una gran cantidad de energía sísmica.
Uno de los factores que agrava los efectos de los sismos en la Ciudad de México es su suelo. Gran parte de la ciudad está construida sobre un antiguo lago, lo que hace que el suelo sea blando y propenso a amplificar las ondas sísmicas. Esto puede causar daños significativos incluso en sismos de moderada intensidad.
México: se registró un sismo de Magnitud: 4.0 SAN LUIS POTOSI, México el epicentro se localizó aproximadamente: a 5 km N of Zamachihue, México y a una profundidad: a 4 km a las: 03:32 del 18 de Julio del 2024 pic.twitter.com/pxCKsNZN2W
— Notisuresteoaxaca (@NTSOAXACA) July 18, 2024
A lo largo de la historia, la Ciudad de México ha experimentado varios sismos devastadores. El terremoto de 1985 es uno de los más recordados, con una magnitud de 8.1 grados en la escala de Richter. Este sismo causó la muerte de miles de personas y la destrucción de numerosos edificios. Más recientemente, en 2017, un sismo de magnitud 7.1 volvió a sacudir la ciudad, causando daños considerables y pérdidas humanas4.
Además de los grandes terremotos, la Ciudad de México también experimenta microsismos con frecuencia. Estos sismos de baja intensidad son comunes y, aunque generalmente no causan daños significativos, pueden ser una fuente de preocupación para los habitantes. La constante actividad sísmica ha llevado a la implementación de estrictas normas de construcción y a la creación de sistemas de alerta temprana para minimizar los daños y proteger a la población.
La prevención y la preparación son clave para enfrentar los sismos en la Ciudad de México. Las autoridades y la población trabajan continuamente en mejorar las infraestructuras y en educar a la gente sobre cómo actuar durante un sismo. A pesar de los desafíos, la resiliencia de la ciudad y sus habitantes es notable, demostrando una capacidad de adaptación y recuperación frente a estos eventos naturales.