Reflexiones
Alternativo.mx / #Daniel Corona / Sígueme en: Facebook y Twitter
Cuando el ahora expresidente Enrique Peña Nieto, decidió clavarnos el famoso gasolinazo -con la prepotencia que lo caracterizaba- nos amenazó con quitarnos los servicios de salud, medicinas y programas sociales, si no aceptábamos sus condiciones para el incremento anunciado.
La sociedad enojada tuvo a bien protestar y salió a las calles a expresar su malestar, sin embargo, aplicando la teoría del caos y mediante algún dedo mágico vía Facebook, Whatsapp y medios de dudosa procedencia, los famosos “anarquistas” personajes que conocemos bien su origen, empezaron a crear los tradicionales actos de vandalismo que ya conocemos, golpeando y aventando bombas molotov a comercios y bancos, siempre bajo el resguardo de un pasamontañas.
El discurso de algunos políticos que aprovecharon la situación, siempre fue en defensa de la ciudadanía. Siguió el caos por grupos perfectamente organizados quienes se dedicaron a saquear tiendas departamentales, de las cuáles en lugar de obtener alimentos o ropa necesarios para una vida digna, la gente se dedicó a extraer pantallas, electrodomésticos y artículos de alto costo.
Es decir, en lugar de atacar al gobierno que nos había amenazado e impuesto el alza, los mexicanos nos dedicamos a robarnos entre nosotros mismos.
Hoy Francia nos ha enseñado como protestar ante un alza de gasolina. La sociedad convirtió su principal ciudad París, en un centro de guerra civil en donde las barricadas y expresiones de molestia fueron mermando al gobierno a tal grado que hasta la misma policía, decidió quitarse los cascos para ya no atacar a la población después de varios días de inconformidad.
Mediante un movimiento coordinado conocido como “chalecos amarillos” se reclamó una mejora del poder adquisitivo y el hartazgo de las clases medias empobrecidas.
El presidente de Francia, Emmanuel Macrón, al que muchos franceses ven como un líder arrogante y desconectado de la Francia real, terminó cediendo y canceló el alza anteponiendo el interés de los franceses.
¿Por qué en México no podemos tener una organización similar y solo lo logramos en momentos de tragedia?
Los mexicanos nos hemos vuelto líderes de opinión y protestantes de redes sociales, creemos que con publicar ofensas y amenazas contribuimos a mejorar las burlas y desfalcos que hacen nuestra clase política. Los perdonamos con la bendición del dedo que todo lo santifica, les pedimos perdón por alzar la voz y nos “hacemos de la vista gorda” si es que hay que salir a protestar.
Sin embargo y lo peor del caso es que si por compromiso salimos a apoyar, no olvidamos el celular para tomarnos la “selfie” y presumirle a nuestros contactos que somos, “luchadores sociales”
¿Por qué no hemos salido a protestar para que nos cumplan la promesa de bajar el precio de la gasolina, la electricidad, el gas y por gastar millones de pesos en caprichos?
¡Por eso nos la meten doblada!
