El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, no pudo resistir más la presión y este domingo tomó un giro radical en la campaña electoral del próximo 5 de noviembre al retirar su candidatura y respaldar como su sucesora a la vicepresidenta, Kamala Harris.
“Es lo mejor para mi partido y para el país”, explicó, poniendo fin a su campaña de reelección este domingo.
La decisión llega a menos de cuatro meses de que los estadounidenses acudan a las urnas para elegir a su próximo presidente en unas elecciones donde ya se conoce al candidato republicano: el exmandatario Donald Trump.
Este cambio en la carrera hacia la Casa Blanca ocurre después de semanas de intensa presión por parte de los compañeros demócratas de Biden, tras su cuestionada actuación en el debate contra Trump a fines de junio, lo que puso en evidencia la preocupación por la avanzada edad del presidente, de 81 años.
En una carta publicada en sus redes sociales, Biden aseguró que presidir Estados Unidos ha sido el mayor honor de su vida.
“Aunque mi intención era buscar la reelección, creo que lo mejor para mi partido y para el país es que me retire y me concentre únicamente en cumplir mis deberes como presidente durante el resto de mi mandato”.
Añadió en su declaración que se dirigirá al país para ofrecer más detalles en los próximos días.
Poco después, mostró su apoyo a Harris, quien aceptó el reto de intentar ser la candidata en un proceso corto pero aún abierto, en el cual este domingo ya había obtenido significativos apoyos más allá del de Biden, como los de Bill y Hillary Clinton y el gobernador de California, Gavin Newsom.
Otros candidatos pueden anunciar su interés, pero Harris es ahora la gran favorita. Fue la primera vicepresidenta de la historia y, si finalmente gana la nominación, buscará ser la primera presidenta.
