La Palabra del Momento: ¿Qué es la “Distribución Centrípeta” y Por Qué Todos Hablan de Ella?
Es posible que en redes sociales te hayas topado con un término que suena muy técnico y misterioso: distribución centrípeta. Lo más extraño es que un mito viral lo ha conectado con algo tan humano como llorar y tan deseado como bajar de peso. Pero, ¿hay algo de verdad en todo esto?
Vamos a poner las cosas en su sitio. La respuesta corta es un rotundo no. Pero la respuesta larga es mucho más interesante y te ayudará a no caer en trampas de desinformación.
Primero lo Primero: ¿Qué Significa Realmente “Distribución Centrípeta”?
Antes de desmentir el mito, entendamos el concepto. En medicina, la distribución centrípeta (u obesidad centrípeta) se refiere a un patrón específico de acumulación de grasa corporal. En lugar de distribuirse por todo el cuerpo, la grasa se concentra principalmente en el área del abdomen y el torso, es decir, en el “centro”.
Este patrón suele estar asociado a factores hormonales, como niveles elevados y crónicos de cortisol (la hormona del estrés), y puede ser un indicador de ciertos riesgos para la salud. Es un término médico, no un truco para adelgazar.
El Origen del Mito: Así se Tergiversó la Distribución Centrípeta
Aquí es donde la historia se tuerce. Alguien en internet hizo una conexión muy creativa, pero completamente errónea:
Hecho A: Llorar por emociones intensas puede liberar hormonas, entre ellas el cortisol.
Hecho B: La distribución centrípeta de la grasa está relacionada con el cortisol.
Conclusión Falsa: Por lo tanto, llorar debe afectar esa distribución y, de alguna manera, ayudarte a bajar de peso.
Esta lógica es un disparate. La liberación puntual de cortisol al llorar no tiene un impacto medible en la quema de grasa ni altera tu composición corporal. Vincular el acto de llorar con la distribución centrípeta es una mala interpretación que solo busca generar clics.

Entonces, ¿Llorar no Sirve? ¡Claro que Sí, Pero no para la Báscula!
Que el llanto no modifique la distribución centrípeta de tu cuerpo no le resta su enorme valor. Llorar es una herramienta de gestión emocional fundamental. Sus verdaderos beneficios son para tu mente y tu alma:
Libera tensión acumulada y reduce el estrés de forma natural.
Ayuda a procesar el dolor y la tristeza, permitiéndote sanar.
Genera empatía y fortalece tus vínculos cuando te muestras vulnerable.
Mejora tu estado de ánimo tras la liberación emocional, produciendo una sensación de calma.
Conclusión: Una Palabra para la Ciencia, un Gesto para el Alma
La distribución centrípeta es un concepto clínico importante que tu médico puede usar para evaluar tu salud, pero no tiene absolutamente nada que ver con el acto de llorar para perder peso.
La próxima vez que veas este mito, ya sabrás la verdad. Si buscas mejorar tu salud física, acude a profesionales que te guíen con ciencia. Y si sientes ganas de llorar, permítetelo sin culpa; estarás cuidando tu bienestar emocional, que es igual de importante.